Un estudio publicado por el Instituto de Valoraciones resume varias razones por las que la vivienda sigue siendo un valor refugio:

Por ejemplo, destaca que se trata de un bien de primera necesidad, que es menos vulnerable ante la volatilidad del entorno que otros activos y que ofrece rentabilidad incluso en situaciones de incertidumbre. También sitúa a la recuperación de la actividad inmobiliaria y al crecimiento del parque de viviendas disponible como otros factores favorables para invertir en el sector residencial.

El estudio recalca que “si bien algunos sectores pueden ser más vulnerables a la fluctuación económica, el caso del mercado inmobiliario es diferente. Y es que la vivienda constituye un bien de primera necesidad, incluso en las situaciones de crisis, lo que lo posiciona como un valor refugio”.

El estudio concluye que la incertidumbre e inestabilidad provocada por la crisis sanitaria ha propiciado que algunos propietarios de inmuebles se encuentren ante la necesidad de vender sus inmuebles para obtener liquidez.